El texto final tiene que dar sentido a la obra, debe ofrecer fuerza y emoción, debe responder los enigmas de la vida y crear un mundo mejor.
En él habría dos amantes besándose bajo un bellísimo crepúsculo y, poco a poco, se les sobrepondría la palabra FIN.
No sería adecuado que se les cayera una dentadura postiza mientras se besan. En el texto final alguien va contando que en el texto final alguien va contando que en el texto final.
Y una tenue luz de vela se va apagando lentamente mientras la oscuridad invade el instante y todo queda en la penumbra difuminado para siempre hasta que la compañía de la luz decide volver a dar la corriente después de que hayas pagado todas las facturas atrasadas.
En el texto final apareces convertido en Apocalipsis preguntando donde está la salida. Un pequeño hámster alado te señala una puertecita con un cartelito encima donde pone SALIDA.
Entras y se enciende una luz y todo empieza a dar vueltas mientras notas un extraño calor en el ambiente. Te has metido en el microondas. Mueres en una explosión termocentrífuga en la que además pierdes sensibilidad en un codo, pero a pesar de eso es un final feliz. En el texto final alguien muere y, además, es la muerte misma del texto final que es enterrado junto a los otros textos en su ataúd de páginas y palabras en trágico final de edición.
[imposiblenoexisto]